miércoles, noviembre 02, 2005

De las epifanías. epitafios y ser estoica ante los días...

Es miércoles y estoy "cavilosa"? pensaperspectiva? sueñacavipiensa?... hace dos noches el manto sutil entre la vida y la muerte coincidió con algún festejo celta donde creían que era el momento exacto y provocativo para "echarle un vistazo al futuro" porque el firmamento de vivos y muertos se abría por segundos y eso permitía dar ese vistazo, por supuesto con sentido común, por eso encendían hogueras. Coincidió también con algún festejo romano..., me preguntaba una amiga si el Otoño me ponía románica .... por aquello de que los Romanos son bien guapos. A mi me pone romántica pero como a los árboles, se me caen las hojas de una a una y me suben los colores dorados, verdes, rojizos otoñales para vestirme de calabacita brujil.

Hay días que hay que encontrar muchas formas de consolarse una misma. En el transcurso de 3 años he perdido a demasiada gente que he amado con loca amabilidad (dos amigos, un amor, una abuela, un padre, un tío), desde la pasión, alegría, tristeza / dolor a la ternura; pasando por la amistad, la complicidad y el buen amor. Aún quedan muchas preguntas en el tintero, aún queda mucho por comprender. Pero no me refiero a entender con la razón, sino con esas sinrazones que tiene el amor para marcar vidas paralelas que no coinciden, no porque no se pueda, sólo porque así son las cosas.

Será que los seres humanos amamos más el sentido del dolor que del amor???. No lo sé, espero no llegar a creerlo nunca. Creo más en el sentido de amor / lealtad; que si se olvida o ama demasiado rápido o con demasiada lentitud de todas formas no es comprensible y nos rompe esquemas que tenemos mapeados en la cabeza aún antes de nacer. Por eso estamos en evolución constante, sólo que hay unos que lo vemos así, tal cual de sencillo y otros que lo ven tal cuál de complicado; sí Roma no se hizo en un día, menos el aprendizaje.

Fuera de que el único mandamiento real es “amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo” y amando no habría nada que guerrear, ni que engañar, ni que mentir. Pero ... qué aprenderíamos si fueras tan perfectos en el amor?. Qué haríamos si llegaramos perfeccionados en lugar de irnos perfeccionando de poco a poco o de mucho a mucho?.

Me invento nuevas formas de ver al amor, unas veces lo visto de olvido, otras con una sensación de infinitud que es casi una epifanía y como me enseñaron hace un par de meses, a veces es mejor “ser estoica”. Pienso menos en los demás, más en mi misma, como un ejercicio conciliatorio por la vida, hay vidas que se cruzan a destiempo, donde podemos elegir hacerlo bien o hacerlo mal y quiero hacerlo bien. Dicen que los corazones que no aman, jamás se verán alguna vez partidos para reconstruirlos de otra forma, de manera más intensa, más firme, más en la verdad de la búsqueda del ser verdadero.

El sufrimiento no existe a menos que dejemos que sea el que tome el mando, existen días densos, otros de agua; así se va formando la vida. Pero el sufrimiento o culpas son cosas personales que desde hace unas meses ya no acepto como tales. Cuando logro quitarlos por completo a la trilogía malvada del alma: culpa, angustia y sufrimiento entonces me encuentro con que soy digna de ser vista, no sólo por los seres terrenales sino por los celestiales. A veces esa epifanía dura un momento, pero me vale para todo el día, otras dura mucho más luego de haberla sentido, una sensación de bienestar nacido desde dentro.

Sé que mi única misión es SER FELIZ, que sólo puedo serlo desde mi interior, que si busco la felicidad encontraré tristezas y que el verdadero amor, no es que sentimos, sino el que nos hace darnos y ser cabales con nuestras metas personales de ser un mejores seres humanos.

Porque la vida es tan corta que no hay forma de engañarse a uno mismo, aunque se intente de muchas maneras.

Y como dice el Evangelio según San Garfield: “Guardia!!!... un cordón para ahorcarme...”; que mañana será otro día y el vecindario muy grande para conformarlo de dolor o pérdidas. Mañana a ver en qué me convierto, si en una bruja, vegetal, tisana (mujer de hojas de té de jamaica?) o sólo una mujer (bendecida?).

Comparto “la calaverita” que me escribió en un foro Elvira:

La Brujis

Con un gran pase de magia
desapareció la brujita
dicen que se fue siguiendo
a su amado Juan Bautista.
Seguro en el más allá
con tan singular visitante
todos están de festejo
¡qué bueno está el aquelarre!
Ya nos mandó una misiva
por fin toda con acentos
y cuenta que a los chamucos
los trae pero bien pendejos.
Y cómo no habría de ser
su magia y sus piedras blancas
tienen un gran poder
por poco burla a la parca.

Y mi epitafio sólo (¿?) dirá: Y .... ¿esto era todo?... Polvo terrenal fui y en polvo de estrellas me convertiré. Me he llevado el recuerdo de labios deseados, de besos amados ... he dejado la pasión para vosotros... y sigue, sigue .... (Dios!, más que epitafio terminará en testamento al estilo “papiral”... para los que detestan que escriba tanto je-je).

Y como bendita que soy, les dejo una Bienaventuranza para la noche, a la hora de los noctámbulos:

“Bienaventurados los que duermen solos porque de ellos serán las almohadas”, esto según el Evangelio de Santa Ylia Kazama...

Y a sonreír que la vida es corta y lo demás no importa. Eres digno de ser visto, de ser escuchado, de ir perfeccionándote como humanamente puedas. Eres digno ... y eso es suficiente motivo para sentirse feliz en miércoles.

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