Rápido ruedan los carros del .... o casi lo mismo: "no te cases con un ferrocarrilero"...
Eso dice la canción, el dicho. Y del dicho al hecho hay un gran trecho. Todo esto para decir el trabajo que me cuesta leer los comunicados, mails; algunos no dudo que sean muy interesantes, pero escritos con "k" de kilos me da que no los entiendo.
Es más, me cuesta mantener los ojos en el sitio de lectura. Imagina todo con k cuando la riqueza de nuestro idioma da para más. Antes, mi dicho era "agarramos la onda y perdimos la palabra", todo porque tenía una prima con la que no me pude comunicar jamás. Con ella la plática era: "esa es la onda", "esa onda", "pasado de onda", "la onda esa", para explicar o comunicar cualquier evento, situación o comentario. La charla con ella se reducía a "onda": ella ponía la onda y los otros poníamos el significado. Un juego raro, tortuoso; dejé de frecuentarla. Unos amigos en común me dicen que ella "sigue en la onda"; me alegro por no tener que ser el significado y el significante.
Lo mismo me pasa con los "ke", "pelikula", "komo", "kreación", "komprender", "kiero". Internet ha marcado este cambio, pero algunas personas deciden adoptarlo quizás por falta de creatividad para comunicarse, igualitos que mi prima. Disculpen pero desisto de leerlos, que los lea la "k" y la pereza desde y con la que escriben y desean comunicarse. Si ellos no tienen interés en cambiar esa costumbre internetiana o flojera "dedal", yo no tengo ganas de leer lo que quieren decir; igual y no quieren decir nada, porque a quien le falta imaginación para señalar la diferencia entre la "c", la "k" y la "q" le deben faltar, como a mi prima, las ganas de hacerse cargo del mensaje, y a mí me late que ser el significado y el significante es mejor hacerlo para uno mismo, y no porque otros desean ser parte de una generación "k" y de extremadas faltas de ortografía. Y es justo esto lo que de verdad es importante: les faltan las palabras, les faltan las ganas de tener buena ortografía y la "cubren", o se miente (como quieran llamarlo), con "kas" y signos debilitantes. Igual que a mi prima, se me dificulta comprender lo que realmente quieren decir aunque fuera algo importante; pierde el sentido de importancia cuando la persona que lo escribe no se toma la molestia de ser correcto en la escritura. Si esa persona no le da el rango que debe tener, ¿yo por qué se lo daría?. Mejor ignorar esas cosas, mejor dejar pasar y tomar algo bien escrito aunque no diga mucho, porque para eso está el distingo personal, el criterio, el sentido común, y ahora tendré que decir: "escribieron con la 'k' todo y perdieron la comunicación". La literatura, la escritura parecen de pandereta. ¡Luchemos por dejar intactas las letras! Vamos a penalizar las faltas. A orar por escribir con todas las letras. Pena de letra a quien cambie las "c, q, k". Vamos amando cada entorno de ellas, pidamos cadena perpetua para los ladrones de sonidos, trazos, consonantes. Solicito una marcha por las letras completas. Liberemos a la generación de "me da lo mismo".
Eso dice la canción, el dicho. Y del dicho al hecho hay un gran trecho. Todo esto para decir el trabajo que me cuesta leer los comunicados, mails; algunos no dudo que sean muy interesantes, pero escritos con "k" de kilos me da que no los entiendo.
Es más, me cuesta mantener los ojos en el sitio de lectura. Imagina todo con k cuando la riqueza de nuestro idioma da para más. Antes, mi dicho era "agarramos la onda y perdimos la palabra", todo porque tenía una prima con la que no me pude comunicar jamás. Con ella la plática era: "esa es la onda", "esa onda", "pasado de onda", "la onda esa", para explicar o comunicar cualquier evento, situación o comentario. La charla con ella se reducía a "onda": ella ponía la onda y los otros poníamos el significado. Un juego raro, tortuoso; dejé de frecuentarla. Unos amigos en común me dicen que ella "sigue en la onda"; me alegro por no tener que ser el significado y el significante.
Lo mismo me pasa con los "ke", "pelikula", "komo", "kreación", "komprender", "kiero". Internet ha marcado este cambio, pero algunas personas deciden adoptarlo quizás por falta de creatividad para comunicarse, igualitos que mi prima. Disculpen pero desisto de leerlos, que los lea la "k" y la pereza desde y con la que escriben y desean comunicarse. Si ellos no tienen interés en cambiar esa costumbre internetiana o flojera "dedal", yo no tengo ganas de leer lo que quieren decir; igual y no quieren decir nada, porque a quien le falta imaginación para señalar la diferencia entre la "c", la "k" y la "q" le deben faltar, como a mi prima, las ganas de hacerse cargo del mensaje, y a mí me late que ser el significado y el significante es mejor hacerlo para uno mismo, y no porque otros desean ser parte de una generación "k" y de extremadas faltas de ortografía. Y es justo esto lo que de verdad es importante: les faltan las palabras, les faltan las ganas de tener buena ortografía y la "cubren", o se miente (como quieran llamarlo), con "kas" y signos debilitantes. Igual que a mi prima, se me dificulta comprender lo que realmente quieren decir aunque fuera algo importante; pierde el sentido de importancia cuando la persona que lo escribe no se toma la molestia de ser correcto en la escritura. Si esa persona no le da el rango que debe tener, ¿yo por qué se lo daría?. Mejor ignorar esas cosas, mejor dejar pasar y tomar algo bien escrito aunque no diga mucho, porque para eso está el distingo personal, el criterio, el sentido común, y ahora tendré que decir: "escribieron con la 'k' todo y perdieron la comunicación". La literatura, la escritura parecen de pandereta. ¡Luchemos por dejar intactas las letras! Vamos a penalizar las faltas. A orar por escribir con todas las letras. Pena de letra a quien cambie las "c, q, k". Vamos amando cada entorno de ellas, pidamos cadena perpetua para los ladrones de sonidos, trazos, consonantes. Solicito una marcha por las letras completas. Liberemos a la generación de "me da lo mismo".
Ya no se dice: "SI QUIERO", ahora ha pasado ha ser un lacónico: "SIP"
Todo se vuelve igual sin declives, altas, bajas, montes, carreteras serpenteantes en la escritura cuando las cosas son planas y aburridas. Quizás es parte de esta generación de ciber escritores. Y el título de esta entrada no quiere decir nada, como la canción de otra época, de otro momento en el que acariciar con la palabra tenía un sentido erótico, de vida, de pasión. Ojalá no se casen con las "kas"; ojalá vuelvan a tener sentido las camas, las querencias, las lámparas de kerosén para las noches románticas; ojala decidan tomar las "kas" por los cuernos y ponerlas en su lugar, si no el abecedario estará de luto ya que la "c" y la "q" y la misma "k" están en peligro de extinción por no usarlas... o de tanto usarlas.
"Kikitan Taba" (Que el bienestar sea en ti) - Maya
P.D. EL problema no es escribir con "k", es no saber cuándo detenerse; el problema no es comerse (o excederse en) comas o un acento, el problema es no aprender de ello. Segura estoy que debo seguir aprendiendo, pero no kiero con la k eskribirlo todo... quiero escribir con sensualidad de trazos, marcando la diferencia entre "z", "c", "q" "k".
"Kikitan Taba" (Que el bienestar sea en ti) - Maya
P.D. EL problema no es escribir con "k", es no saber cuándo detenerse; el problema no es comerse (o excederse en) comas o un acento, el problema es no aprender de ello. Segura estoy que debo seguir aprendiendo, pero no kiero con la k eskribirlo todo... quiero escribir con sensualidad de trazos, marcando la diferencia entre "z", "c", "q" "k".
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