Me gusta ser una mujer boterana ... no soy Diana y a diferencia de los cuadros, las mujeres (y hombres) podemos cambiarnos por otros y otras para recuperar al menos el intermedio de Rubens. Lo peor sería sentirse fea, porque eso, ni con cursos de superación o de la ley de atracción se quita; al menos, no tan fácil ... me encanta tener esta metamorfosis y vernos un tiempo luego con kilos de menos para dejar la sombra de boterana dispersa en una talla 5 ... que soñar no cuesta nada ... y sonreír luego de leer este escrito de René Avilés Fabila es sano... sanísimo ....
METAMORFOSIS ESTÉTICA *
A esta mujer, Diana, a quien tanto he amado, siempre la vi como una espléndida obra de arte: primero, como escultura griega clásica: era idéntica a la Venus de Milo pero con brazos, de medidas perfectas, sutiles y elegantes. Poco después, con el matrimonio, pasó a las dimensiones que Rubens les concedía a sus figuras femeninas, y hoy, por desgracia, mi gran amor parece salida de un cuadro de Botero.
* Publicado en Todo el amor II Nueva Imagen, 2002. p. 226.
A esta mujer, Diana, a quien tanto he amado, siempre la vi como una espléndida obra de arte: primero, como escultura griega clásica: era idéntica a la Venus de Milo pero con brazos, de medidas perfectas, sutiles y elegantes. Poco después, con el matrimonio, pasó a las dimensiones que Rubens les concedía a sus figuras femeninas, y hoy, por desgracia, mi gran amor parece salida de un cuadro de Botero.
* Publicado en Todo el amor II Nueva Imagen, 2002. p. 226.
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