"Antes de llegar a donde iba,
uno es y no es, de muchos modos.
Jaime Augusto Shelley
O como dice Joaquín Sabina en: Nos sobran los motivos
"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás;
este Notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré;
ahórrate el "acuse de recibo", estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir,
este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por tí."
Todo llega y llegará, sin prisa pero sin pausa. Todo igualmente se irá y nos iremos, sin prisa, sin pausa; sin embargo mientras hay un respiro que seguro vale la pena el “hola” y el “adiós” cuando son dichos desde el corazón y se asumen lo que conlleva cada uno. Todo y todos venimos “con fecha de caducidad”. “Para decir “condios” a todos nos sobran motivos”.
Pensaba hoy en el Arca de Noé. ¿Cuántas arcas vamos construyendo en la vida para vivir en pareja o al menos parejos?, esperando que amaine la tormenta, deseando ver una paloma que nos anuncie que podemos ir a tierra firme. Cuántas veces decimos o nos dicen adiós sin decirlo?... “que poco rato dura la vida eterna...”
Y pensaba también en el Arca de la Alianza, esa Alianza que ha hecho Dios con nosotros, donde desde la fe manifestamos la certeza de la verdad en nuestras vidas. Con adiós o sin él, con ausencias o sin ellas apenas alcanzamos a disfrutar lo que está a nuestro alcance porque casi siempre pensamos más “en lo que no tenemos, en los que no están”, que en lo que si tenemos y los que están.
Esperamos hasta para ser felices, siendo que la felicidad es una gitana que vuela con cualquier brisa, sin embargo olvidamos que somos dueños, señores y señoras propietarios feudales de las alegrías. Esas que nos guiñen los ojos y que no hacen trampas, son y están, sólo es cosa de querer verlas, de asumir la realidad, sea cuál sea para poder desde ahí pensar en lo que realmente somos y más que nada en lo que queremos ser, sin recibir bofetadas de la vida, aprendiendo de las pequeñas alegrías que se dan la mayor parte de las veces sin razones y sin motivos.
Esperar ... todo el tiempo esperamos.
Hay formas de esperar:
-Una es esperar desde no creer que llegará; como aquellos que compran billetes de lotería pensando que jamás se sacarán un premio.
-Otros ni compran billete pero si les preguntáramos, dirían que si quieren tener el premio mayor.
-Y los que “esperamos con la certeza de que lo mejor siempre está en el por-venir con la fe de que ya está aquí” pero agradeciendo lo que se ha vivido, como un Don que forja el futuro.
Aquel intangible y tal vez improbable futuro que aguarda siempre a que pase el “ahora” tan corto.
La Alianza, esa Arca que se abre a diario cuando despertamos a un nuevo día “a un comienzo nuevo cada día”; esa Alianza de la luz con nosotros abarca las promesas de Dios hacia nuestra vida. El amor, el único conducto hace que esa Alianza sea realidad.
Pensar en los motivos de la alegría y saber que es el único camino a la felicidad, a la cuál tenemos derecho; no es a través de loterías o rifas; nada de jugar al bingo. La única apuesta certera es aprender a vivir con la realidad sin perder de vista nuestros sueños.
Y también hay dos formas de soñar:
-Aquellos que sueñan en algo pero temen ir a por ello
-y otros que soñamos trabajando a diario para que sea realidad sin tener miedo de que no sea precisamente tal cuál lo soñamos, pero abiertos a la espera de que “será mejor”, tal cuál lo necesitamos.
Me preguntaba hoy qué llevo bajo el jersey?... llevo un corazón de cinco estrellas, un alma que anda de arriba para abajo como canica en caja grande, una pasión aguerrida y dulce por la vida en general, por el día, por la noche, por la luna, por el amor, por el trabajo; que se disfraza a ratos de niña y otras de adulta y una esperanza que va a veces vestida de verde y otras de negro, pasando por todos los colores del arcoiris.
“.....Lo que yo quiero es morirme contigo si te mato y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere, mata, porque amores que matan nunca mueren” ...
Pero lo que hay es: “un amante inoportuna que se llama soledad” como dice Sabina. La soledad no es mala amante, sólo pesa cuando uno añora la presencia de alguien o cuando está en un sitio donde no quiere estar. Por eso, tomo muy en serio que la felicidad está en aprender a vivir la realidad y soñar con lo que quiero ser; esto es parte fundamental de mis dos Arcas, tanto la de Noé como la Alianza.
La felicidad es algo que llega cuando aprendemos a sentirnos dignos de ella; pero hemos aprendido que no la merecemos y es parte de la Alianza con Dios. La felicidad es un grado más en la escuela de la vida.
No la absurda felicidad que depende de que otros hagan por nosotros, no la que depende de que una persona o situación en especial esté con nosotros; somos nosotros los que gobernamos el hecho de aprender a ser felices, pero lo veo desde el camino de pequeñas alegrías, porque los grandes universos se han hecho también de guijarros o las playas de mínimas gotas de arena que hacen un estado de gracias al consolidar la tierra firme para verla desde el Arca de NoéYlia, la cuál bautizaré como “Nos sobran los motivos... para la alegría”.
Mi Barca de NoéYlia es nueva, la acabo de terminar y aún estoy pensando qué llevar en ella... “y sin embargo te quiero”, hoy estoy muy vestidita con Joaquín Sabina (otras veces me visto hasta de Scorpions pero hoy me toca estar a la manera de Sabina, será que “quise hacer la canción más bella...” y me salió sólo un toc, toc en una puerta sorda).
Qué me llevaré en las dos arcas? –además de los discos de Sabina-.
Mucho corazón como timón, la calma de la razón, la serenidad del alma, el sosiego de mis días más oscuros para alcanzar a ver la luz; de grumete me llevo al perdón; dos piedras: una blanca y otra negra. De marinero el amor dentro del corazón; e iré juntando parejas de cosas, hechos, situaciones, y por supuesto personas que van conmigo en estas Arcas –aunque ellos naveguen en sus propias Arcas-. Quizás algún día nuestras Arcas estén tan cerca que podamos hacer sólo una y ver, como dice el Principito a un mismo punto, el vital: el amor.
El amor, tan frágil, tan sagrado, tan golpeado, obsceno, terrible como la mejor tarea, pero la peor asignatura de la escuela de la vida sí sólo lo vemos a nivel pareja. Y la mejor si más allá vemos el amor como la recreación del universo, donde la palabra se hace Verbo y la carne es parte de la Creación de uno mismo hacia el otro o los otros. Ese amor que no denigra la parte linda que guardamos bajo llave para lograr un ritual de vida en lo cotidiano.
Es curioso, por primera vez he tomado el timón de mis Arcas, navego a ratos entre la tormenta, otros en un mar calmo y sereno; desde el azul hasta el gris oceánico y cuando subo a cubierta me siento hecha de estrellas, de un sentido de unión delicada, pudorosa pero al mismo tiempo aguerrida y llena de pasión.
No tengo una relación de pareja y por algunos años quise tenerla con desesperación, pero gracias a que una persona me hizo dar cuenta de ello, aprendí que he sido BienAmada siempre y que yo sé amar con todo lo que soy y lo mejor es que pretendo evolucionar en el sagrado rito de la mística de vivir en el día a día, la realidad, pura y dura. Que para eso tengo “libre albedrío”.
Ay como dice Sabina ... “ de sobra sabes que eres el primero, que no miento si juro que daría por ti la vida entera .... y sin embargo un rato cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera...” y a pesar de ello:
Me he convertido en la guardiana de mis Arcas, en NoéYlia que no espera una paloma; ni una Oca para saber que el amor está dentro de mi.
He conquistado mi libertad, gracias a que aprendí a fuerza de sacar las balas del sufrimiento a mano y sin anestesia que las traiciones en este pequeño Territorio Comanche tienen un espacio de olvido y de jamás, como menciona la canción de Sabina:
“... esta pececita ya no muere por tu boca,
esta loca se va con otro loco,
estos ojos no lloran más por tí."
Aún no sé donde navego, ni qué depara el mar, desconozco la carta de navegación, pero sé, ¡dentro de mi lo sé! que la sonrisa que tengo, es nacida desde el alma; no porque no duela sacarse las balas, no porque no duela decir “estos ojos no lloran más por ti”, sino por lo que representa tomar la decisión del libre albedrío de decir adiós a lo que no debe estar más dentro de mi.
Y ese es el motivo de la alegría de hoy, las Arcas están en constante movimiento (a veces me mareo y me quiero bajar, pero no me perdería por nada el siguiente paisaje que habrá), ser digna de mi existencia humana, ser responsable de mi evolución espiritual es la estrella que guía cuando la noche es larga y sin expectativas, digo:
Amo y espero, el fin es el principio de algo nuevo, nunca más con las mismas personas que traicionaron las promesas y las alianzas; en el mismo mundo, con los mismos desaciertos o aciertos navegaré aunque sea en un barco de papel. (.... lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, según dice Sabina).
Sueño, que cuando vea tierra firme será esa tierra que amo desde el tiempo de los tiempos, “entremientras” disfruto no ser más que un ser humano que no quiere claudicar ni volver mercenario el camino y voy aprendiendo a amar cada pedacito de tierra donde estoy. Lo único que tengo como posesión es el “ahora y el aquí” y por supuestos mis sueños.
He vuelto a respirar sintiendo cómo el Universo entero cabe en ese aliento y cuando saco el aire, dejo ir todo lo que me ha dañado, o que no me gusta y dejo sólo dentro de mi corazón este misterio de lo que habita mi Arca de Noé en la Alianza de Ser Verdad; de carne y hueso, sin olvidar que mi alma es la niña más feliz del mundo “mundial”.
Sea lo que sea, mientras vivo, me cuento cuentos, pero siempre terminan; no con: “vivieron felices para siempre” sino “evolucionaron juntos en el siempre” y siempre es hoy. Aunque el futuro está vestido con esperanza y fe sin desear exactamente nada en especial, sólo estar en paz y sentir la alegría con pasión sana.
Espero con la certeza de que lo mejor está ya en mi vida...
Así que deseo que tú que lees esto, encuentres otro motivo de alegría en ti, que lo compartas, que seas parte de esta Bitácora, parte de la Alianza de la Santa Alegría.
Y aunque hoy no brille el sol, sepamos que no ha dejado de estar, sólo necesitamos espera que llegue todo sin prisa, pero sin pausa en el mar navegar, aprendiendo a nadar para no naufragar.
A quién / quiénes le / s corresponda:
"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
esta ceniza no juega con fuego, esta ciega no mira para atrás;
este Notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré;
ahórrate el "acuse de recibo", estas vísperas son las de después.
Joaquín Sabina de Ylia :) -con permiso de su o sus novias y sin permiso de él. Quién le manda a cantar y escribir tan desde el corazón, ¿no?-.
...”dueña de un corazón tan cinco estrellas que hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella y nunca le cobro, la Magdalena...” (Joaquín Sabina en Una Canción para la Magdalena).
Y entre María y Magdalena estaba la enseñanza del amor y es todo lo que sé, que es casi nada ... ya que la alegría se escribe igual aún en las noches de Melancolía porque nos sobran los motivos ... para encontrar el Barrio de la Alegría.
uno es y no es, de muchos modos.
Jaime Augusto Shelley
O como dice Joaquín Sabina en: Nos sobran los motivos
"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás;
este Notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré;
ahórrate el "acuse de recibo", estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir,
este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por tí."
Todo llega y llegará, sin prisa pero sin pausa. Todo igualmente se irá y nos iremos, sin prisa, sin pausa; sin embargo mientras hay un respiro que seguro vale la pena el “hola” y el “adiós” cuando son dichos desde el corazón y se asumen lo que conlleva cada uno. Todo y todos venimos “con fecha de caducidad”. “Para decir “condios” a todos nos sobran motivos”.
Pensaba hoy en el Arca de Noé. ¿Cuántas arcas vamos construyendo en la vida para vivir en pareja o al menos parejos?, esperando que amaine la tormenta, deseando ver una paloma que nos anuncie que podemos ir a tierra firme. Cuántas veces decimos o nos dicen adiós sin decirlo?... “que poco rato dura la vida eterna...”
Y pensaba también en el Arca de la Alianza, esa Alianza que ha hecho Dios con nosotros, donde desde la fe manifestamos la certeza de la verdad en nuestras vidas. Con adiós o sin él, con ausencias o sin ellas apenas alcanzamos a disfrutar lo que está a nuestro alcance porque casi siempre pensamos más “en lo que no tenemos, en los que no están”, que en lo que si tenemos y los que están.
Esperamos hasta para ser felices, siendo que la felicidad es una gitana que vuela con cualquier brisa, sin embargo olvidamos que somos dueños, señores y señoras propietarios feudales de las alegrías. Esas que nos guiñen los ojos y que no hacen trampas, son y están, sólo es cosa de querer verlas, de asumir la realidad, sea cuál sea para poder desde ahí pensar en lo que realmente somos y más que nada en lo que queremos ser, sin recibir bofetadas de la vida, aprendiendo de las pequeñas alegrías que se dan la mayor parte de las veces sin razones y sin motivos.
Esperar ... todo el tiempo esperamos.
Hay formas de esperar:
-Una es esperar desde no creer que llegará; como aquellos que compran billetes de lotería pensando que jamás se sacarán un premio.
-Otros ni compran billete pero si les preguntáramos, dirían que si quieren tener el premio mayor.
-Y los que “esperamos con la certeza de que lo mejor siempre está en el por-venir con la fe de que ya está aquí” pero agradeciendo lo que se ha vivido, como un Don que forja el futuro.
Aquel intangible y tal vez improbable futuro que aguarda siempre a que pase el “ahora” tan corto.
La Alianza, esa Arca que se abre a diario cuando despertamos a un nuevo día “a un comienzo nuevo cada día”; esa Alianza de la luz con nosotros abarca las promesas de Dios hacia nuestra vida. El amor, el único conducto hace que esa Alianza sea realidad.
Pensar en los motivos de la alegría y saber que es el único camino a la felicidad, a la cuál tenemos derecho; no es a través de loterías o rifas; nada de jugar al bingo. La única apuesta certera es aprender a vivir con la realidad sin perder de vista nuestros sueños.
Y también hay dos formas de soñar:
-Aquellos que sueñan en algo pero temen ir a por ello
-y otros que soñamos trabajando a diario para que sea realidad sin tener miedo de que no sea precisamente tal cuál lo soñamos, pero abiertos a la espera de que “será mejor”, tal cuál lo necesitamos.
Me preguntaba hoy qué llevo bajo el jersey?... llevo un corazón de cinco estrellas, un alma que anda de arriba para abajo como canica en caja grande, una pasión aguerrida y dulce por la vida en general, por el día, por la noche, por la luna, por el amor, por el trabajo; que se disfraza a ratos de niña y otras de adulta y una esperanza que va a veces vestida de verde y otras de negro, pasando por todos los colores del arcoiris.
“.....Lo que yo quiero es morirme contigo si te mato y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere, mata, porque amores que matan nunca mueren” ...
Pero lo que hay es: “un amante inoportuna que se llama soledad” como dice Sabina. La soledad no es mala amante, sólo pesa cuando uno añora la presencia de alguien o cuando está en un sitio donde no quiere estar. Por eso, tomo muy en serio que la felicidad está en aprender a vivir la realidad y soñar con lo que quiero ser; esto es parte fundamental de mis dos Arcas, tanto la de Noé como la Alianza.
La felicidad es algo que llega cuando aprendemos a sentirnos dignos de ella; pero hemos aprendido que no la merecemos y es parte de la Alianza con Dios. La felicidad es un grado más en la escuela de la vida.
No la absurda felicidad que depende de que otros hagan por nosotros, no la que depende de que una persona o situación en especial esté con nosotros; somos nosotros los que gobernamos el hecho de aprender a ser felices, pero lo veo desde el camino de pequeñas alegrías, porque los grandes universos se han hecho también de guijarros o las playas de mínimas gotas de arena que hacen un estado de gracias al consolidar la tierra firme para verla desde el Arca de NoéYlia, la cuál bautizaré como “Nos sobran los motivos... para la alegría”.
Mi Barca de NoéYlia es nueva, la acabo de terminar y aún estoy pensando qué llevar en ella... “y sin embargo te quiero”, hoy estoy muy vestidita con Joaquín Sabina (otras veces me visto hasta de Scorpions pero hoy me toca estar a la manera de Sabina, será que “quise hacer la canción más bella...” y me salió sólo un toc, toc en una puerta sorda).
Qué me llevaré en las dos arcas? –además de los discos de Sabina-.
Mucho corazón como timón, la calma de la razón, la serenidad del alma, el sosiego de mis días más oscuros para alcanzar a ver la luz; de grumete me llevo al perdón; dos piedras: una blanca y otra negra. De marinero el amor dentro del corazón; e iré juntando parejas de cosas, hechos, situaciones, y por supuesto personas que van conmigo en estas Arcas –aunque ellos naveguen en sus propias Arcas-. Quizás algún día nuestras Arcas estén tan cerca que podamos hacer sólo una y ver, como dice el Principito a un mismo punto, el vital: el amor.
El amor, tan frágil, tan sagrado, tan golpeado, obsceno, terrible como la mejor tarea, pero la peor asignatura de la escuela de la vida sí sólo lo vemos a nivel pareja. Y la mejor si más allá vemos el amor como la recreación del universo, donde la palabra se hace Verbo y la carne es parte de la Creación de uno mismo hacia el otro o los otros. Ese amor que no denigra la parte linda que guardamos bajo llave para lograr un ritual de vida en lo cotidiano.
Es curioso, por primera vez he tomado el timón de mis Arcas, navego a ratos entre la tormenta, otros en un mar calmo y sereno; desde el azul hasta el gris oceánico y cuando subo a cubierta me siento hecha de estrellas, de un sentido de unión delicada, pudorosa pero al mismo tiempo aguerrida y llena de pasión.
No tengo una relación de pareja y por algunos años quise tenerla con desesperación, pero gracias a que una persona me hizo dar cuenta de ello, aprendí que he sido BienAmada siempre y que yo sé amar con todo lo que soy y lo mejor es que pretendo evolucionar en el sagrado rito de la mística de vivir en el día a día, la realidad, pura y dura. Que para eso tengo “libre albedrío”.
Ay como dice Sabina ... “ de sobra sabes que eres el primero, que no miento si juro que daría por ti la vida entera .... y sin embargo un rato cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera...” y a pesar de ello:
Me he convertido en la guardiana de mis Arcas, en NoéYlia que no espera una paloma; ni una Oca para saber que el amor está dentro de mi.
He conquistado mi libertad, gracias a que aprendí a fuerza de sacar las balas del sufrimiento a mano y sin anestesia que las traiciones en este pequeño Territorio Comanche tienen un espacio de olvido y de jamás, como menciona la canción de Sabina:
“... esta pececita ya no muere por tu boca,
esta loca se va con otro loco,
estos ojos no lloran más por tí."
Aún no sé donde navego, ni qué depara el mar, desconozco la carta de navegación, pero sé, ¡dentro de mi lo sé! que la sonrisa que tengo, es nacida desde el alma; no porque no duela sacarse las balas, no porque no duela decir “estos ojos no lloran más por ti”, sino por lo que representa tomar la decisión del libre albedrío de decir adiós a lo que no debe estar más dentro de mi.
Y ese es el motivo de la alegría de hoy, las Arcas están en constante movimiento (a veces me mareo y me quiero bajar, pero no me perdería por nada el siguiente paisaje que habrá), ser digna de mi existencia humana, ser responsable de mi evolución espiritual es la estrella que guía cuando la noche es larga y sin expectativas, digo:
Amo y espero, el fin es el principio de algo nuevo, nunca más con las mismas personas que traicionaron las promesas y las alianzas; en el mismo mundo, con los mismos desaciertos o aciertos navegaré aunque sea en un barco de papel. (.... lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, según dice Sabina).
Sueño, que cuando vea tierra firme será esa tierra que amo desde el tiempo de los tiempos, “entremientras” disfruto no ser más que un ser humano que no quiere claudicar ni volver mercenario el camino y voy aprendiendo a amar cada pedacito de tierra donde estoy. Lo único que tengo como posesión es el “ahora y el aquí” y por supuestos mis sueños.
He vuelto a respirar sintiendo cómo el Universo entero cabe en ese aliento y cuando saco el aire, dejo ir todo lo que me ha dañado, o que no me gusta y dejo sólo dentro de mi corazón este misterio de lo que habita mi Arca de Noé en la Alianza de Ser Verdad; de carne y hueso, sin olvidar que mi alma es la niña más feliz del mundo “mundial”.
Sea lo que sea, mientras vivo, me cuento cuentos, pero siempre terminan; no con: “vivieron felices para siempre” sino “evolucionaron juntos en el siempre” y siempre es hoy. Aunque el futuro está vestido con esperanza y fe sin desear exactamente nada en especial, sólo estar en paz y sentir la alegría con pasión sana.
Espero con la certeza de que lo mejor está ya en mi vida...
Así que deseo que tú que lees esto, encuentres otro motivo de alegría en ti, que lo compartas, que seas parte de esta Bitácora, parte de la Alianza de la Santa Alegría.
Y aunque hoy no brille el sol, sepamos que no ha dejado de estar, sólo necesitamos espera que llegue todo sin prisa, pero sin pausa en el mar navegar, aprendiendo a nadar para no naufragar.
A quién / quiénes le / s corresponda:
"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
esta ceniza no juega con fuego, esta ciega no mira para atrás;
este Notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré;
ahórrate el "acuse de recibo", estas vísperas son las de después.
Joaquín Sabina de Ylia :) -con permiso de su o sus novias y sin permiso de él. Quién le manda a cantar y escribir tan desde el corazón, ¿no?-.
...”dueña de un corazón tan cinco estrellas que hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella y nunca le cobro, la Magdalena...” (Joaquín Sabina en Una Canción para la Magdalena).
Y entre María y Magdalena estaba la enseñanza del amor y es todo lo que sé, que es casi nada ... ya que la alegría se escribe igual aún en las noches de Melancolía porque nos sobran los motivos ... para encontrar el Barrio de la Alegría.
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