Hace unos días me llego un poema de Jorge Ramírez, él se llama a sí mismo “poeta empírico”, mexicano, 21 años. Yo lo quiero llamar “poeta de vida”, hay vidas que van a ratos por la madurez, por la niñez, por la juventud, pero siempre van en la vida poética. Así nacieron, así son y Jorge es un Poeta de vida, comparto con ustedes esto que me hizo llegar respecto a las lágrimas.
Mujer que llora
Mujer triste amorosa de agua
qué bien entiendes el dolor
qué bien te desgarras
y cortas los recuerdos
para incendiar tu pena.
Qué bien sacudes tu alma
para recoger una docena
de lágrimas maduras.
© Jorge Ramírez
Puedes leer algo más de sus poesías aquí.
Y aunque parezca raro, esto es un motivo de alegría, los escritos de Jorge que ven la vida desde la perspectiva que abre colores nuevos y van entre las sombras danzando los rayos de luz, de sus escritos jóvenes, de su alma de poeta, de su tintasangre de escritor.
Pero más allá, es que una recibe consuelo a través de las palabras escritas con el corazón de alguien que una no espera recibir, y restituye la confianza en los seres humanos y abre mi corazón a los abrazos de la poesía joven y hace que la esperanza no sea la hermana pobre de la fe, sino una esperanza constante, certera de que el futuro es aquí, ahora y esta en estas manos juveniles con mirada de sabiduría sobre la vida y ... las lágrimas.
lunes, noviembre 07, 2005
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