martes, marzo 16, 2010

El belicoso revolucionario Jesús del libro El Evangelio según René Avilés Fabila

Invita a la reflexión el libro de René Avilés Fabila a los creyentes y a los no creyentes. A los de cabeza cerrada seguro al pecado, pero aún ellos son necesarios en la escalera al cielo. Ante el 2012 es bueno dejarse de falsos profetas y leer la estos Evangelio según RAF para poder pensar, reflexionar con sentido del humor, con inteligencia sobre tanta información que corre ríos de tinta "apocalíptica" como diría mi vena poética con "permiso patético". La semana pasada muchos mails diciendo que en la noche del 15 al 16 de marzo pasaría cosas desastrosas ... como los letreros del "fin del mundo" que suceden a diario. No es necesario ir tan lejos en el tiempo, el 2012 aunque a la vuelta de la esquina, no marca nada en forma personal y lo marcará "quizás" ... pero de forma personal sólo tenemos este momento para vivirlo con o sin aviso, con o sin miedo, con o sin ganas de morirnos. Yo he hecho una solicitud en plan personal al cielo como un adelantito del Reino de los Cielos porque a mi las guerras y las amenazas de fines del mundo me ponen tan nerviosa (jejeje) que prefiero leer el libro de René Avilés Fabiles, reflexionar, caer en éxtasis, en una epifania y marcar en la hora nona que me niego a morir a lo tarugo por una guerra o por tonteras, que necesito morirme santa, amando al amor, creyendo que el Reino de los Cielos es permantente y no parte del castigo de la vida pero sobre todo, que existe la esperanza para un buen reino, un buen padre, un buen hijo y un buen espíritu santo. La única guerra tolerable según Ylia o sea yo, es la "guerra de besos aunada a la guerra de almohadas". Luego que suena la trompeta o lo que sea ... para los ricos de espíritu. Y que se lee este libro hasta los confines de la tierra, que es para sonreír, reflexionar e invita a orar :)

El belicoso revolucionario Jesús *


Al reino de los cielos se llega por la ruta de la violencia. En ello hay coincidencias notables de Jesús con algunos revolucionarios quienes afirmaron que la violencia es la gran partera de la historia o que se podría llegar a una sociedad perfecta, sin clases sociales ni contradicciones, a través de la guerra de guerrillas. Hablamos, por supuesto, del pensamiento de Marx, Engels, Lenin, Trostsky, Bakunin, Ernesto Guevara, Mao Tsé-tung y Ho Chi Minh.


Esta aguerrida y aparentemente insólita precisión viene en Mateo, 24. Jesús estaba en el monte de los Olivos con sus discípulos cuando les dijo lo siguiente mientras con la mano derecha mostraba los edificios y templos: “De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.”


Y siguió de largo en tono apocalíptico:

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será el principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste estará a salvo.”

Luego de una larga y hermosa perorata encendida y llena de pasión revolucionaria, Jesús concluye: Entonces llegará el reino de los cielos, donde está el Señor, mi padre.


No cabe duda, Jesucristo era un generoso revolucionario que predicó la violencia como fórmula ideal para conseguir la felicidad y la justicia entre los pobres de espíritu.

* Tomado de El evangelio según René Avilés Fabila. Plan C Editores. Colección La Mosca Muerta. México, 2009. 150 pp.

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