domingo, marzo 28, 2010

Los olvidos irreparables en El Evangelio según René Avilés Fabila


Olvidos irreparables *



El Pegaso y el Unicornio fueron dos prodigios de la naturaleza, obras perfectas: utilizando a uno de los más bellos animales: el caballo, el Creador le puso al primero alas de ángel y al segundo un delicado y esbelto cuerno. Por desgracia, el diluvio universal acabó con ellos: en un descuido de Noé, quien el día anterior había bebido de más celebrando su cumpleaños seiscientos, olvidó incluirlos dentro del arca. Al concluir el célebre y feroz aguacero de “cuarenta días y cuarenta noches”, ya en tierra, la esposa le hizo notar al elegido de Dios la ausencia de ambos especímenes.



--Recuerda --dijo enérgica-- las palabras del Señor: “Y de todos los animales de toda especie meterás dos en el arca, macho y hembra: para que vivan contigo.”

Noé le restó importancia, eran solamente dos entre miles y miles de animales que había conseguido salvar. La mujer fue más allá en sus reproches y le dijo:

--Pero hay algo más, tampoco está el dragón, el centauro subió sin pareja para reproducirse y metiste dos quimeras del mismo sexo.



Noé se sintió avergonzado, no quiso mirar al cielo y dirigió sus pasos hacia los barriles de vino que le restaban.



* Tomado de El evangelio según René Avilés Fabila. Plan C Editores. Colección La Mosca Muerta. México, 2009. 150 pp.

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