El Paraíso y el amor *
¿Qué hacían realmente Adán y Eva en el Edén sino el amor de todas formas? Sólo dejaban de hacerlo para comer y descansar. No había trabajo ni hijos que atender ni cultura y mucho menos religiones. La serpiente es un símbolo fálico y como tal tentó a Eva, no sabemos con precisión si hubo algo más o si todo se limitó a comer un fruto prohibido: la manzana. El caso es que aquello se acabó y en la maldición divina algo se le escapó al Señor: hacer el amor, al contrario, lo estimuló al decirnos creced y multiplicaos. Desde entonces la actividad más señera de los humanos es justamente hacer el amor, a nadie le importaron los otros castigos como ganarse el pan con el sudor de la frente o parir con sufrimientos. Lo fundamental es hacer el amor. Se hace con tanto entusiasmo que encuestas y estudios recientes han podido comprobar que los móviles del sexo son en un noventa por ciento placer y sólo el diez restante se dedica a la procreación.
* Tomado de El evangelio según René Avilés Fabila. Plan C Editores. Colección La Mosca Muerta. México, 2009. 150 pp.
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