En esta reflexión sobre el escrito de René Avilés Fabila de la Edad de Dios pensaba hoy que a Dios no se le ocurrió decir: Lo que vas a crear en siete días, ¿para qué? si los humanitos lo desbaratarán en siete momentos. No van a saber ni qué hacer con todo ese aire, con todos esos animales, con toda esa vida. Mejor no gasto energía en algo tan nimio que me dará más dolores de cabeza que satisfacciones. Sin embargo en algún momento supo que valía la pena y nos dio ese don de valer la pena, ese Dios con años y sin ellos y el libro de RAF invita a ver al Dios que tenemos en el espejo del corazón, a pensarlo, a cambiarlo, a creer o no en él pero con la inteligencia que usa RAF que es tanto intelectual como emocional. Poco escritores tienen ambas, unos el Egote les gana en demasía y se van del lado, demasiado del lado ... estamos en el camino hacia la semana santa (no lo olviden) cuarenta días de reflexiones porque hay que hacerse el camino, reflexionar desde la alegría y qué mejor aliado que El Evangelio según René Avilés Fabila
La edad de Dios *
La edad de Dios es como la del Universo: siempre ha estado allí: en ambos casos es la eternidad; por eso Dios se aburrió y tuvo que inventar el tiempo y algo complementario: los seres humanos. Así comenzaron sus problemas y no le quedó más remedio que imponer su poderosa voluntad a través de diversas representaciones: cada una de acuerdo a la naturaleza de los distintos grandes grupos sociales. Para unos es Alá, para otros Buda, para algunos más, el padre de Jesucristo, pero siempre está allí, terriblemente viejo y en consecuencia incapaz de cambio.
* Tomado de El evangelio según René Avilés Fabila. Plan C Editores. Colección La Mosca Muerta. México, 2009. 150 pp.
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